EL INICIO
Era una noche como cualquier otra y tenía que darle de comer
al perro, pero estaba molesto y no recuerdo por qué. De repente, sentí un
fuerte dolor en el hígado. En ese momento, no le dije nada a mi madre, pensando
que la molestia pasaría. Sin embargo, al día siguiente, todavía tenía dolor y
empecé a orinar oscuro. Fue entonces cuando se lo comuniqué a mi madre y me
llevó al médico. Había contraído hepatitis B y tenía que estar en cama de 2 a 3
meses y comer dulces.
Al ver la cama, pensé: "¿Qué voy a hacer acostado
durante 3 meses, las 24 horas del día?" No lo podía imaginar. En esos
días, no existían los teléfonos celulares y solo había una televisión en la
casa, que estaba en la sala. Mi recámara estaba en el segundo piso y debido a
la enfermedad, estaba muy débil, así que no podía bajar para ver la televisión.
Además, si andaba caminando por la casa, podría contagiar a mi madre y a Lina,
mi hermana. Así que no tenía otra opción que estar en la cama.
Al lado izquierdo de mi cama estaba el buró o mesita de
noche, como algunos lo llaman. Más bien, funcionaba como una zapatera, ya que
en la parte de abajo tenía un compartimiento con puerta lo suficientemente
amplio para guardar mi calzado. Pensándolo bien, cabían en cualquier lado, ya
que solo eran un par de zapatos de piel para salir. Cabe resaltar que no eran
unos zapatos caros, pero en esos días todo el calzado era de piel, con suela de
cuero y forrados con tela. También tenía unos zapatos tenis marca Converse All
Stars y las imprescindibles chanclas. Hacia arriba, seguía un cajón donde
guardaba revistas, cuadernos y otras cosas, pero la joya de la corona era el
majestuoso radio de 4 bandas (AM y Onda Corta), marca "Punto Azul" de
fabricación alemana, que tenía muy buena recepción. En las noches, mi padre,
cuando vivía, solía escuchar algunas estaciones de la capital que no se podían
escuchar durante el día, como XEB "La B grande de México", que
transmitía desde la Ciudad de México, y la XET "La T grande de
Monterrey", pero esta última era un poco difícil sintonizar, pues
transmitía en los 990 Khz y la XEW transmitía en los 900 Khz. Y estaban muy
cerca una de la otra y es ahí donde radicaba la dificultad, pues la sintonización
era manual y la perilla para mover el dial era un poco brusca.
Los radios de onda corta tenían la característica de poder
sintonizar tanto estaciones de A.M. como estaciones de Radio Internacionales, pues transmitían en alta frecuencia (3 Mhz – 30 Mhz), ya que estas
frecuencias pueden viajar más lejos y algunas estaciones transmitian en bandas nocturnas y otras usaban las bandas diurnas, esa era la razón de tener 4 bandas además de A.M. y por eso
podía escuchar estaciones de radio de diversas partes del mundo
Con el pasar de los días, ese radio se convirtió en mi
salvación, ya que durante el día podía escuchar las estaciones de radio locales
y la XEW, que con sus 10,000 watts de potencia se escuchaba en muchas partes de
México. En las tardes y noches, escuchaba estaciones de radio de otros países,
como Radio Francia Internacional, Radio Netherlands, Radio Moscú, algunas
estaciones religiosas americanas que transmitían en español y la BBC de
Londres, la famosa British Broadcasting Coporation.
Mientras estaba postrado en cama, luchando contra la
hepatitis, un nuevo sueño comenzó a gestarse en mi mente. Me enamoré de la
magia de la radio y fue así como nació JBC Radio, la Jacome Broadcasting Company. En
2011, dimos a conocer nuestro nombre en el mundo digital como JBC Web Radio, y
aunque desafortunadamente solo duró un año al aire, ¡ahora estamos de vuelta!
Puedes sintonizarnos en la plataforma LIVE365 como JBC Radio, y así podrás recordar
gratos momentos con la música del ayer y escuchar la música actual para
relacionarla con las cosas maravillosas que pasan en tu vida hoy.
Te prometo que JBC Radio seguirá sonando por siempre, hasta
que Dios lo permita. ¡Únete a nosotros y disfruta de la mejor programación!
JBC Radio ¡Es para ti!
Esta historia acaba de empezar, ¡así que no te pierdas lo
que viene a continuación!